La 73 Asamblea de la OMS pretendía ser el escenario del reconocimiento a la contribución del personal de enfermería, protagonista de este año internacional. Lo recordaba así su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al inicio de un encuentro marcado por las críticas a la gestión de la crisis de la Covid-19.

Hace apenas un mes, la Organización Mundial de la Salud publicaba un informe que mostraba que el mundo se enfrenta a un déficit de 6 millones de profesionales de enfermería para mantener la cobertura sanitaria universal.

En la hoja de ruta trazada por la organización, se instaba a los gobiernos a invertir en la enfermería para subsanar ese déficit y avanzar hacia la cobertura sanitaria universal.

El homenaje, como el resto de temas que formaban parte de la agenda inicial de esta reunión, tendrá que esperar, eclipsados por la urgencia de hacer frente a la pandemia. Eso sí, la situación ha puesto en primer plano también el valor de los profesionales sanitarios, el dique de contención frente a esta amenaza de salud pública.

Vacuna frente a la Covid-19

La máxima preocupación de los países es atajar la crisis actual. Por eso, la OMS ha hecho un llamamiento para que la vacuna contra la Covid-19 se distribuya de forma equitativa cuando esté disponible y a un precio asequible. La respuesta de la Comisión Europea (CE), ha señalado su presidenta Ursula Von der Leyen, fue “inmediata”: una iniciativa de donaciones bajo el marco de la “Respuesta mundial a la crisis del coronavirus” para la financiación de una vacuna contra la Covid-19.

Los 194 países, han aprobado por unanimidad una resolución, promovida sobre todo por los europeos, que pretende proveer acceso económico y universal a las vacunas y tratamientos médicos contra el virus. Incluso Estados Unidos, uno de los más críticos con el borrador inicial, ha votado a favor de dicha resolución.

Eso sí, con reservas. En el texto preliminar se pretendía quitar a las compañías farmacéuticas sus derechos de patente, algo en lo que Estados Unidos no estaba de acuerdo, pues podría provocar que, al reducir sus ganancias, también perdieran incentivo para desarrollar nuevos medicamentos. Así, los países acordaron flexibilidad en los aspectos comerciales de los derechos de propiedad intelectual.

El primer ministro italiano, Giussepe Conte, ha apuntado a la cooperación entre países como única forma para superar esta crisis. Y ha reivindicado que Italia ha promovido la solidaridad internacional para gestionar la emergencia y “acelerar soluciones sostenibles a largo plazo guiadas por la ciencia, la investigación y la medicina”.

De hecho, junto a la OMS, Italia ha lanzado ACT-Accelerator, una plataforma global para agilizar las vacunas, las herramientas terapéuticas y de diagnóstico y “garantizar el acceso universal y equitativo a tratamientos que salvan vidas”.

Una evaluación independiente

Y, mientras la mayoría aboga por la unidad, otros se desmarcan de ella. Estados Unidos, uno de los más críticos con la OMS, ha amenazado con abandonar el organismo de la ONU y cortar la financiación de forma permanente. Su presidente, Donald Trump, argumenta que ésta “ha fracasado en su misión”. Aunque el mandatario tampoco puede presumir de buena gestión en esta pandemia que ha dejado, por el momento, más de 90.000 muertos solo en Estados Unidos. Además, ha calificado a la OMS de “marioneta” al servicio los intereses de China, país que, según Trump no ha mostrado transparencia y ha ocultado información del virus.

Von der Leyen ha mostrado una opinión totalmente opuesta, pues ha afirmado que fue gracias al “intercambio de información a escala global” que se pudieron desarrollar test para diagnosticar la enfermedad. “En los últimos tres meses hemos visto lo crucial que es unir fuerzas para nuestra salud individual”, ha asegurado la presidenta de la CE.

Ante las acusaciones por parte de Estados Unidos, Tedros Adhanom ha señalado que “la OMS está comprometida con la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora continua”. Por eso, ha aceptado realizar una investigación independiente que examine su propia gestión de la crisis de Covid-19. “Iniciaré una evaluación independiente lo antes posible para revisar la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas y hacer recomendaciones para mejorar la preparación y respuesta ante una pandemia nacional y mundial”, ha dicho Adhanom.

Asimismo, ha hecho un llamamiento a todos los estados para que inviertan en el fortalecimiento y la implementación de las herramientas disponibles, especialmente el tratado global que sustenta la seguridad sanitaria mundial: el Reglamento Sanitario Internacional.

España apoya el liderazgo de la OMS

Desde España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participó en la clausura de la Asamblea. Sánchez remarcó que nuestro país cree firmemente que la única respuesta posible a la Covid-19 es una respuesta multilateral.

“Ahora más que nunca, debemos estar unidos. Porque unidos, somos más fuertes”, subrayó.
El presidente trasladó el apoyo del Gobierno español al liderazgo de la OMS y, en particular, a su director general, Tedros Adhanom, “para avanzar en los trabajos sobre la base de las lecciones aprendidas, de modo que el mundo esté más preparado para responder a futuros desafíos”.

Sánchez pidió trabajar bajo una visión integral que abarque las esferas multisectoriales de la salud, asegurando que “solo así podremos alcanzar el tercer objetivo de desarrollo sostenible: garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”.

Para finalizar, el presidente del Gobierno puso en valor la Cobertura Sanitaria Universal como piedra angular para disponer de sistemas sanitarios eficientes, resilientes y de calidad; que den respuestas ante las emergencias sanitarias, pero también en la protección permanente de la salud.