El regreso a una nueva normalidad se ha convertido en el principal anhelo de gran parte de Europa, ahora que comienza a vislumbrarse un final al confinamiento que muchos de los países del continente viven. Una vez los efectos del Covid-19 comienzan a mitigarse con las medidas de aislamiento y distanciamiento social, los gobiernos han arrancado la titánica tarea que supone desescalar las cuarentenas que, en mayor o menos medida, han ido imponiendo a sus ciudadanos.

El Ejecutivo español mira de reojo a algunos de sus homólogos europeos que han diseñado cómo serán sus planes en este sentido. Las situaciones y decisiones tomadas por cada uno les ha hecho optar por diferentes velocidades, con determinaciones similares en algunos casos y un denominador que, a priori, parece común: la cautela.

Italia: solo cuatro motivos acreditan el movimiento

Las drásticas medidas tomadas en territorio transalpino comienzan su ‘principio del fin’ el próximo 4 de mayo con la denominada fase 2, según anuncio Giussepe Conte. No sin preocupación, la reclusión completa en Italia arranca con decisiones para todo el país, que avanzará al mismo ritmo. Sin embargo, cada viernes se revisarán los índices de contagio en cada zona. El objetivo así es poder revertir la reapertura de forma local en función de los datos epidemiológicos.

El plan de desescalada permitirá el desplazamiento únicamente dentro de la región, el cual tendrá que venir acompañado de una obligatoria autocertificación que especifique los motivos del mismo. Se han establecido cuatro motivos que autorizarán la movilidad: trabajo, salud, estado de necesidad y visitas familiares, incluyéndose en última instancia una excepción para “relaciones afectivas estables”.

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Las mascarillas, obligatoria en el transporte en Italia y Francia.

Las mascarillas serán de uso obligatorio en lugares cerrados con público, así como en el transporte, donde se deberá mantener una distancia social de un metro. Según el primer ministro, no habrá cabida para la especulación en este ámbito: las mascarillas simples se comercializarán a 0,50 euros y se eliminará el IVA. Por otro lado, se podrá pasear o trotar por toda la ciudad, siempre y cuando sea solo o con distancia de seguridad. Además, la actividad física estará permitida en compañía de niños o con personas no autosuficientes. Por su parte, el terreno educativo emplaza su regreso a septiembre, sin excepciones.

El 18 de mayo es la fecha marcada en rojo por las tiendas, que podrán reanudar su actividad. Para ello, deberán garantizar que los clientes puedan moverse en condiciones de seguridad, es decir, con mascarillas, guantes, desinfectantes y distanciados. Las grandes superficies, por el momento, no abrirán al público. Este mismo día regresarán también los museos, exposiciones, bibliotecas y lugares culturales donde sea posible organizar la visita con distanciamiento social.

Para la apertura de bares y restaurantes se tendrá que esperar hasta junio. En este caso, Italia también exigirá que se respeten medidas de protección y distanciamiento. Para los camareros será obligatorio el uso de mascarillas y guantes, y las mesas deberán tener una separación de dos metros entre ellas. Sin fecha se ha quedado, por el momento, el regreso de teatros, cines, discotecas y gimnasios.

Francia: un plan progresivo y reversible

A partir del 7 de mayo, en el país galo los territorios comenzarán a categorizarse en función de su situación epidemiológica. Se diferenciarán en verde, los enclave en los que las restricciones serán menos estrictas y en rojo, donde las medidas de contención serán reforzadas. Sin embargo, el elemento clave de la estrategia francesa es utilizar la detección como punta de lanza para controlar la cifra de contagios. Por ello, la intención del gobierno es realizar hasta 700.000 test PCR semanales. “Proteger, testar y aislar” ha sido señalado así como el mantra de la desescalada.

En esta desescalada, que estará sometida a revisión cada tres semanas, no será necesario que los ciudadanos muestren una declaración jurada a las autoridades.

Todo arranca, sin embargo, el 11 de mayo, cuando los comercios obtendrán luz verde para reabrir. Estos podrán exigir a los clientes que porten mascarilla, además de establecer aforos limitados. También volverá la actividad en guarderías y en los primeros cursos de primaria. En este caso, solo tendrán que ir los alumnos cuyos padres no puedan teletrabajar y no pueden dejar a sus hijos con un cuidador.

Las regiones quedarán categorizadas en rojo o verde en función de los nuevos contagios registrados

Al igual que sucede en Italia, el uso de mascarilla se convertirá en obligatorio en Francia en lugares como el transporte público. Además, con el objetivo de poner freno a posibles aglomeraciones, las reuniones privadas estarán restringidas a un máximo de 10 personas. Un límite que también afecta a los viajes, que no podrán exceder los 100 kilómetros de distancia y si no hay razones familiares o profesionales de peso.

Las bibliotecas y los pequeños museos podrán también reabrir el 11 de mayo limitando aforo, algo que no sucederá todavía con grandes pinacotecas, teatros, cines, salas de conciertos o centros comerciales. Tampoco podrán celebrarse ceremonias religiosas antes del 2 de junio, y no estará permitido antes de septiembre ningún evento deportivo o cultural que reúna más de 5.000 personas. En lo que respecta a bares y restaurantes, su reapertura queda supeditada a una decisión que llegaría finales de mayo.

StopCovid, una aplicación controvertida

Además, Francia pretende lanzar una aplicación para el rastreo de contagios, bautizada como StopCovid. Digitalización para estrechar el cerco en territorio galo, gracias a una herramienta cuyo uso sería voluntario, anónimo, transparente y temporal.

No obstante, las reticencias que genera el sistema por la violación de las libertades individuales de las personas han provocado que su lanzamiento permanezca todavía sin fecha, cuando su intención era funcionar desde el comienzo de la desescalada.

Alemania: el R0 podría frenar la desescalada

Los test masivos se ha convertido en el instrumento clave para la detección y aislamiento precoz de los casos de coronavirus en Alemania. Con ocho veces menos mortalidad que España, Alemania ha iniciado un desconfinamiento que hasta la fecha no ha sido tan restrictivo como en otros territorios.

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Test masivos, la estrategia seguida en Alemania.

El Gobierno de Angela Merkel ha puesto en marcha así la primera fase de su desescalada, tachada de apresurada por ciertos sectores. En ella se permite la apertura de comercios de no más de 800 metros cuadrados, aunque solo en aquellos estados que presenten una incidencia baja de Covid-19. Para aquellos en los que sea posible tomar estar determinación, la medida se retrasaría al menos dos semanas.

Por su parte, los colegios en territorio germano comienzan a prepararse para su reapertura. Los indicadores de la incidencia epidemiológica servirán de guía para cada región y se estudian criterios de regreso de los estudiantes en grupos de edad.

Aún así todas estas medidas podría sufrir un retroceso, ya que el R0, ha vuelto a superar el 1 en la población. Por ello, el Instituto Robert Koch ha instado a replantear la estrategia de salida, abogando por la prudencia. “No queremos que aumente de nuevo el número de casos: Sigamos en casa lo máximo posible, mantengamos restringidos los contactos”.

Suiza: en el primer tramo del desconfinamiento

La desescalada en Suiza se inició el pasado lunes 27 de abril en un plan definido por el gobierno que consta de tres etapas. Ubicados ya en la primera, las otras llegarían los días 11 de mayo y el 8 de junio, plazos marcados para el avance siempre que la evolución de la situación sanitaria no obligue a otra cosa.

Dentro de las actividades que podrán ir recuperando paulatinamente su desarrollo habitual se encuentran aquellas que requieren pocos contactos directos y que no causan flujos significativos de personas. Por ello se han elaborado planes de protección fáciles de configurar. Entre ellas se encuentran las operaciones quirúrgicas no urgentes, consultas médicas, fisioterapias o tratamientos de belleza. También volverán a abrir algunos comercios y se permitirá un mayor número de personas en los funerales.

Si la evolución de esta fase es positiva, las escuelas obligatorias y el resto de comercios abrirían sus puertas el 11 de mayo. El 8 de junio harían lo propio los colegios profesionales y superiores, los zoológicos y las bibliotecas. Ya desde principios de junio, se plantearía la vuelta a la actividad del resto de las clases, bares y restaurantes, así como de los centros culturales y de ocio.


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