La mujer, por sus características biológicas y sociales tiene diferencias respecto al hombre en materia sanitaria. Y en cada especialidad médica, estas son distintas. Aun así, es necesario tener en cuenta que sí hay aspectos que afectan a la mujer independientemente del ámbito de tratamiento.

Una de las más importantes es la falta de estudio de la salud de la mujer. Esto sucede porque, históricamente, los hombres han participado en mucha mayor medida en ensayos clínicos que las mujeres. Es necesario resaltar que esto puede desembocar en un diagnóstico tardío o inexacto en las mujeres, que desemboque en una complicación de la afección que padezcan.

Para tratar este y otros temas relativos a la salud de la mujer, Gaceta Médica y Marie Claire, en el marco de Mujeres de la Sanidad, han impulsado el encuentro ‘Salud y género’. En este, mujeres representantes de diferentes sociedades científicas han expuesto su punto de vista sobre los temas a resolver en esta materia. Una de las conclusiones que se extraía de este evento es el efecto positivo que desencadenaría la creación de una estrategia nacional con el foco en salud y género. Con esta, se podrían abordar todos aquellos aspectos concretos que afectan a las mujeres y ahora están desatendidos.

Situación por especialidades

En representación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía torácica (Separ) intervenía la neumóloga Eva de Higes. La experta ha considerado fundamental atender a la salud respiratoria de las mujeres. Sobre todo, De Higes, instaba a tener en cuenta que como consecuencia de los cambios en el estilo de vida, hay afecciones como la enfermedad pulmonar por obstrucción crónica (EPOC) o el cáncer de pulmón, cada vez tienen más prevalencia entre las mujeres. En este sentido, la doctora ha llamado la atención sobre la alta mortalidad que registran este tipo de enfermedades.

Al hablar de psiquiatría hay dos patologías que destacan en prevalencia: la depresión y los trastornos de conducta alimentaria. A este respecto, Marina Díaz Marsá, portavoz de la Sociedad Española de Psiquiatría, señalaba que influyen diversos factores. Entre ellos, los neurobiológicos y hormonales. También, más allá del plano físico, es necesario atender según la experta a factores sociales como el estrés derivado de la incorporación de la mujer al mundo laboral y el consecuente ‘doble trabajo’ que soporta. Asimismo, en cuanto al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, ha instado a prestar atención a temas como la presión estética que son los que desencadenan esta afección.

El ictus sería la enfermedad más relevante al hablar de salud y género en neurología. Tal y como explicaba Susana Arias, quien acudía al encuentro en representación de la Sociedad Española de Neurología (SEN), 16.000 mujeres muren al año en España como consecuencia de un ictus. Pero además de esta afección, existen otras que tal y como precisaba Arias pueden parecer ‘menores’ pero que son altamente incapacitantes como las migrañas. Por último, la neuróloga hacía referencia al aumento de las demencias (sobre todo el alzheimer) en mujeres.

Una especialidad muy femenina es la reumatología. Paloma García de la Peña, en representación de la Sociedad Española de Reumatología, indicaba que hay enfermedades como determinados tipos de artrosis o la osteoporosis que afectan en mayor medida a las mujeres. También otras como la fibromialgia, de cada diez personas, afectan a nueve mujeres y un hombre. La experta creía necesario destacar la importancia de que, además de los factores hormonales, hay otros externos como el tabaquismo, con un alto impacto en el desarrollo de patologías como la artritis reumatoide. Por último, la doctora hacía hincapié en que las enfermedades reumatológicas son la primera causa de incapacidad y baja laboral en España.

Etapas de la mujer

Otro de los aspectos que se analizó fue el de la prevalencia de enfermedades en las diferentes etapas de la vida de la mujer. A este respecto, Marina Díaz Marsá apuntaba que la mayor prevalencia de depresión aparece en el período reproductivo. Además, cuando este acaba, la prevalencia se iguala al hombre. La psiquiatra explicaba que esto sucede por los ciclos hormonales, concretando también que en etapas como la perimenopausia es cuando aparecen más depresiones. En este caso, detallaba que es por la alta carga mental que suelen tener las mujeres tanto en el ambiente laboral como familiar por los cuidados a familiares.

En neumología, existen diferencias al diagnosticar afecciones asociadas al tabaquismo. Por ejemplo, Eva de Higes explicaba que uno de los factores que influye es el cambio de hábitos. Por ejemplo, señalaba que en la consulta es más habitual preguntar a las mujeres jóvenes por sus hábitos respecto al tabaco, puesto que por los sesgos inconscientes se asocia un menor tabaquismo a mujeres de edad más avanzada. Puntos como este son los que la doctora señala que habría que eliminar para lograr igualdad en los diagnósticos.

Diagnóstico diferencial

Según coincidían varias expertas, los estereotipos dificultan en muchas ocasiones la realización de un diagnóstico diferencial.

Esto sucede en campos como la neurología. La doctora Susana Arias tiene un mantra claro: “el tiempo es cerebro y el tiempo perdido es cerebro perdido”. En este sentido, Arias aseveraba que al tardar más las mujeres en llegar a urgencias, por ejemplo en el caso del ictus, es más difícil controlar las consecuencias. También extrapolaba este retraso en acudir a la consulta a otras afecciones como la migraña, puesto que por el estrés del día a día muchas mujeres toman un analgésico y pueden ver empeorada la dolencia.

La tendencia a minimizar los síntomas es común a otros campos. Desde la SER, Paloma García de la Peña, explicaba la situación en reumatología. Normalizar el dolor de cabeza o el cansancio son síntomas que se suelen dejar de lado hasta que no resultan incapacitantes. El problema, afirmaba De La Peña es que, aunque se transmitan estos síntomas al profesional sanitario, es importante dar con un especialista que les dé importancia.

Los estigmas también influyen en esta demora en el diagnóstico. Uno de los más relevantes se da en el área de psiquiatría. Como reflejaba Marina Díaz Marsá, en ocasiones se tilda a las mujeres de “histéricas”, sin tener en cuenta las alteraciones que puedan sufrir en su salud mental. Esto, opinaba, debe hacerse desde la educación en etapas tempranas. Y es que, hay fenómenos como la imagen de felicidad que proyectan personas con influencia en redes sociales que hacen mella en la autoestima de las adolescentes (principalmente mujeres) y que pueden desencadenar trastornos de la conducta alimentaria.

Estudios en mujeres

Iria Miguéns insistía en la necesidad de estudiar la sintomatología de la mujer para registrar las especificidades que le afectan en las distintas enfermedades. Pero, aquí, animaba a que este estudio no únicamente en ensayos clínicos sino también observando los fenómenos del día a día. Así, proponía analizar cómo se presentan estos síntomas en la consulta y tenerlo en cuenta en casos futuros.

Además, uno de los puntos que resaltaba Susana Arias, de la SEN, es la necesidad de atender las características propias de las mujeres embarazadas. Por ejemplo, explicaba, enfermedades como la esclerosis múltiple tienen una mayor prevalencia en mujeres. Sobre todo, señalaba la necesidad de tener en cuenta que enfermedades como esta tienen una interferencia directa en el proyecto vital de las mujeres y la falta de mujeres que participan en ensayos de estas enfermedades por el impacto que pueden tener en su capacidad reproductiva. Por todo ello, instaba que se tenga más en cuenta a las mujeres en ensayos que les afectan directamente, y que se abran líneas de investigación para fármacos que no repercutan negativamente en la reproducción.

Urgencias, enfermería y pacientes

Además de los aspectos físicos propios de cada enfermedad, profesionales y pacientes también señalan diferentes puntos clave que afectan más a la mujer.

Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias(Semes), Iria Miguéns identificaba algunos de ellos. La urgencióloga llamaba la atención sobre que, aunque no hay una diferencia significativa en el número de asistencias entre mujeres y hombres, sí que es fundamental el tiempo que pasa hasta que solicita atención médica. Así, la especialista planteaba que las mujeres infravaloran sus síntomas, tardan más en acudir al centro sanitario y, por tanto, se demora tanto el diagnóstico como el tratamiento.

Adelaida Zabalegui, en representación del movimiento ‘Nursing Now’ resaltaba el papel de las enfermeras en la atención sanitaria. Además, la enfermera ponía en valor el trabajo de estas profesionales en aspectos como el manejo del envejecimiento de la población, con las enfermedades crónicas o las pluripatologías (que afectan a un mayor número de mujeres) y las consecuencias que esto acarrea.

Desde la Alianza General de Pacientes (AGP), Pilar Martínez aseguraba que en la entidad están muy sensibilizados con estos temas. Y es que, la portavoz aseguraba que en la AGP son muy conscientes de que las mujeres vivimos más que los hombres pero con enfermedades crónicas. También planteaba Martínez aspectos concretos que afectan a las mujeres como el estrés al que se ven sometidas al tener que compaginar el empleo, con el trabajo en el hogar y las labores de cuidados.