Para el ex secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, el Sistema Nacional de Salud (SNS) debe redefinir su ruta y su orientación hacia la prevención; la cronicidad; y la coordinación sociosanitaria. Para llegar a esto es necesario el consenso.

Tras varias jornadas intensas en el marco de la Comisión para la Reconstrucción si hay una cuestión común entre todos los comparecientes ha sido la necesidad de abogar por un “consenso político”. Martínez Olmos no ha dejado de recordar la importancia de alcanzar un gran acuerdo a la ‘Toledana’ que no solo acoja al arco parlamentario, también incluya a Gobierno y comunidades autónomas. “Superar las incertidumbres que la pandemia por la Covid-19 ofrece todavía a los ojos de la ciencia y de los expertos, requiere un enorme esfuerzo de coordinación que interpela por igual al Gobierno de España y a los Gobiernos de las comunidades autónomas”.

“¿Sabe usted qué es lo que quiero? Un Pacto de Estado”

“Si tuviera que pactar con usted tendríamos el pacto firmado”. Con estas palabras Ana Pastor, durante el turno de preguntas, se ha postulado a favor del Pacto de Estado por la Sanidad. El consenso, dijo, tiene que partir de la Cámara Legislativa, “porque aquí es donde está la representación popular y porque, representamos a todos”.

A juicio de Pastor, si no se alcanza este gran acuerdo por la sanidad, difícilmente se conseguirá un consenso en cualquier otro ámbito. Con algunos matices de la visión del Grupo Popular, Pastor ha dado un paso al frente y coincidió con Martínez Olmos en la infradotación del Fondo de Cohesión, del que señaló que “si algún día mandamos un poco en el presupuesto, seguro que irá bien”. Asimismo, la que fuera ministra de Sanidad también ha apelado a la financiación finalista para la sanidad. El hecho de no llegar a ese pacto “no nos lo perdonaríamos nunca”, reiteró. Puede que en el diagnóstico, ni el PP ni el PSOE se pongan de acuerdo, “pero en el tratamiento” sí. “¿Sabe usted qué es lo que quiero? Un Pacto de Estado”, ha sentenciado Pastor.

Del reconocimiento social a su materialización laboral

Del mismo modo, Martínez Olmos ha remarcado la importancia del reto de la política de recursos humanos. “Este es un asunto de enorme relevancia que requiere un amplio acuerdo político, profesional y sindical”. Sin dejar de lado las competencias autonómicas, Martínez Olmos recuerda que existen elementos comunes que requieren de una planificación para asegurar elementos de calidad y equidad en todo el SNS. “Hay que cambiar la percepción generalizada por parte de muchos profesionales y muchas de sus organizaciones representativas de que la sanidad descentralizada es causa de inequidades sanitarias y de inequidades en el ámbito de los derechos de los profesionales”.

Una paga específica

Entre las mejoras que el experto propone, el reconocimiento económico frente al Covid-19 ha sido uno de los asuntos que ha defendido. “Les propongo que, además de considerar la necesidad de una paga específica por la atención a la Covid-19, se planteen eliminar las guardias de 24 horas comenzando al menos por la atención en los servicios de urgencias”.

Vista general del Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.

En su opinión, los profesionales necesitan con urgencia comprobar que los aplausos en los balcones, se traducen en reconocimiento a sus demandas tradicionales.

La atención primaria

Hay que redefinir la Atención Primaria en España para que pueda capitanear esta orientación”. Para ello, Martínez Olmos ha propuesto a la Cámara que, partiendo de la propuesta del Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria, las administraciones sanitarias trabajen con profesionales y pacientes para acordar una hoja de ruta que implique un gran acuerdo profesional y político.

Fortalecer la atención domiciliaria

En este sentido, un aspecto clave para el ex secretario general de Sanidad es  la potenciación de la profesión enfermera y, considera que “habrá que abordar con prioridad la ampliación de competencias de las enfermeras y enfermeros en el SNS”. El mejor ejemplo, ha señalado, son las enfermeras gestoras de casos para mejorar la continuidad asistencial y la coordinación de la atención de pacientes crónicos complejos y otras poblaciones frágiles.

El ex portavoz del PSOE en la Cámara Alta considera necesario fortalecer la atención domiciliaria y comunitaria de las enfermeras. “Sería necesario revisar el modelo, incorporando dónde no lo haya la gestión de casos, con los rasgos necesarios para intervenir, entre otros, ante la necesidad de ingreso hospitalario, para las personas inmovilizadas y frágiles, pero también hay que aumentar la cobertura e intensidad del servicio”.

El papel de la farmacia comunitaria

Otro capítulo esencial es la incorporación efectiva de la farmacia comunitaria y los profesionales farmacéuticos. “La atención primaria requiere, en definitiva, más profesionales, más profesiones y más competencias profesionales en el marco de una mejora de los espacios de colaboración y cooperación inter-profesionales”, ha explicado el experto.

Coordinación sociosanitaria

Para el ex senador sería necesario un nuevo modelo que asegure la protección de la población vulnerable, tutelado por Sanidad y monitorizado desde AP. “Hay que caminar hacia un sistema que ofrezca cuidados seguros en residencias. No se trata de convertir las residencias en hospitales de crónicos, ni de medicalizarlas, sino de ofrecer cuidados de calidad en la vida cotidiana de ancianos, dependientes en su mayoría, y de hacer llegar la cartera de servicios del sistema a quienes viven en ellas”, aclara.

A su juicio, la incorporación de la enfermería comunitaria, la farmacia comunitaria, la fisioterapia y la rehabilitación, la psicología y otros elementos en una renovada cartera de prestaciones, es el camino a seguir.

Innovación e investigación

El reto de  la innovación y de la investigación está presente en el SNS. “La digitalización del Sistema Nacional de Salud requiere de un acuerdo estratégico para asegurar que se evitan brechas que pueden ser nueva fuente de desigualdad en la calidad”.

En paralelo a esto, Martínez Olmos ha recordado la necesidad de desarrollar la estrategia de medicina genómica y de precisión con los criterios aprobados por unanimidad en la Ponencia de Genómica. “Se hace imprescindible para no dejar a España descolgada del acceso a estos importantes avances”.

En política farmacéutica, la batería de propuestas también ha estado cargada. Así, considera imprescindible adoptar estrategias de medio y largo plazo que permitan una certidumbre regulatoria y ofrecer procedimientos seguros para la rápida, equitativa y sostenible incorporación de las innovaciones que aporten valor en un contexto de cooperación con la industria farmacéutica, para asegurar al mismo tiempo la sostenibilidad de las cuentas públicas.

Marco epidemiológico

Martínez Olmos propone un sistema de vigilancia epidemiológica en todo el sistema capaz de monitorizar la pandemia a todos los niveles. “Ahora es clave prevenir y detectar brotes”, ha señalado.

La planificación será esencial en esta nueva normalidad: en materia de prevención (frente a futuros brotes de Covid-19) como en materia de protección (frente a epidemias como la gripe común). Asimismo, la recuperación del sistema pasa también por devolver la normalidad al ámbito asistencial, diagnóstico y quirúrgico. “Puede ser conveniente definir tiempos máximos de espera orientados a asegurar niveles y criterios de calidad que se puedan aplicar con equidad en todo el territorio. En este objetivo, se debe contar con la sanidad privada”.

La colaboración público-privada

Precisamente, ha hecho hincapié en promover un marco estable de colaboración entre el sector público y el privado. “Debemos de recuperar la confianza mutuamente. Con transparencia y haciendo realidad el principio de complementariedad establecido en la Ley General de Sanidad”.

En cuanto a la vacuna frente a la Covid-19, el experto es partidario de elaborar una estrategia coordinada en el conjunto del Sistema Nacional de Salud para la eventual adquisición y aplicación de las dosis necesarias de la vacuna. “Hay que planificar la organización de los servicios, los criterios para la priorización de poblaciones en función del riesgo y trabajar con base en un acuerdo entre las administraciones sanitarias, para desarrollar una acción eficaz en el ámbito de la UE y de la OMS, para conseguir el acceso a la vacuna con criterios de equidad respecto a otros países”.