Con 64 años, tras más de cuatro décadas de trabajo en la Sanidad pública, Juan Luis Steegmann, hematólogo del Hospital de La Princesa y presidente del grupo de Leucemia Mieloide Crónica de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia, decidió saltar a la política para devolver a la Sanidad pública todo lo que ésta le había dado.

Este objetivo personal se ha perpetuado y reforzado con la llegada del coronavirus. La actividad del grupo parlamentario VOX y de su portavoz de Sanidad en el Congreso de los Diputados ha sido intensa. Ha registrado iniciativas con periodicidad casi diaria desde el inicio de la crisis. Entre las últimas, destacan las dirigidas a cambiar el protocolo de protección de los sanitarios, al número de fallecidos, a la morbilidad y mortalidad de cada uno de los estratos del sistema sanitario. “En estos momentos, VOX es 90 por ciento lucha contra el coronavirus. Como todos”, resume Steegman.

Pregunta. De momento hay consenso político para ampliar el estado de alarma, pero no son iguales las posibilidades de rubricar un gran acuerdo nacional, esos nuevos Pactos de la Moncloa a los que aspira el Gobierno. ¿Qué requisitos serían necesarios para que el grupo parlamentario VOX dijese ‘sí’ a ese gran acuerdo social y económico?

Respuesta. Esto de los pactos de la Moncloa nos parece una trampa. El viaje en el tiempo es imposible, sobre todo con un  partido comunista en el gobierno que no es el de la Transición. Todas las indicaciones apuntan a que el Gobierno quiere hacer un pacto con unos partidos a los que desprecia o insulta. Esa no puede ser la base de unos nuevos pactos de la Moncloa. VOX no va a estar en ello.

“La única acción epidemiológica para controlar el virus que han tomado es tenernos encerrados”

P. Aseguran ustedes que el Gobierno ha fracasado en la gestión de la crisis y han pedido ya la dimisión de Fernando Simón y del Consejo Asesor de Sanidad. ¿Barajan pedir responsabilidades a un nivel aún mayor cuando la crisis haya pasado?

R. Presentar como un triunfo el balance macabro que tiene la epidemia es un insulto a la inteligencia. Somos el país con más muertos por millón de habitantes y lo presentan como un prodigio de gestión. La única acción epidemiológica para controlar el virus que han tomado es tenernos encerrados. Tendrían que haber dimitido todos, primero los asesores. Porque, o bien se actuó de buena fe siguiendo el consejo de los asesores y han fracasado, o bien son cómplices de los asesores.

El diputado de VOX, Juan Luis Steegmann

P. A día de hoy, ¿qué medidas considera VOX que son más urgentes adoptar para consolidar la ralentización de los contagios, aliviar las UCIs y comenzar el desescalado progresivo de las medidas de confinamiento?

R. Yo no sé por qué la gente piensa tanto en el desescalado de las medidas cuando la única medida médica que han adoptado es una medida de reclusión. No han tenido mascarillas a tiempo, no han tenido test a tiempo y no lo han tenido porque han negado la evidencia. Cuando han querido actuar se han encontrado con que no sabían cómo hacerlo, porque para empezar no sabían si las mascarillas eran idóneas o no. No hemos aprendido de los que más saben. Uno no sale sin paraguas a la calle. ¿Qué pedimos? Protección para los que nos protegen, test masivos y hacer la liberación nacional cuando sea posible, con los datos epidemiológicos.

P. Además, recientemente han presentado una proposición de ley para eliminar el 30% del copago farmacéutico a los pensionistas y beneficiarios encuadrados en el Isfas y Mugeju…

R. El mejor copago son los impuestos y en estos momentos de gran debilidad que tiene la población española sería mofa sobre escarnio no facilitarles todas estas medidas. Creo que esto es una medida absolutamente razonable.

“Les están mandando a las trincheras con lanzas, en lugar de con ametralladoras. Por eso somos el país con más profesionales sanitarios contagiados”

P. Uno de los leit motiv de esta crisis ha sido la escasez de equipamientos de protección para los profesionales sanitarios. Como médico, además de político, ¿qué opina de la labor que están realizando los profesionales sanitarios y qué opina de esta falta de protección?

R. Les están mandando a las trincheras con lanzas, en lugar de con ametralladoras. Por eso somos el país con más profesionales sanitarios contagiados. Hemos dicho, primero, que todo el esfuerzo de la nación tiene que ser para conseguir protección para los sanitarios, las fuerzas de seguridad y los españoles. Segundo, destinar todo el gasto necesario para los test y aplicarlos con inteligencia. Tercero, no hacer caso a los que se han equivocado. Después del fracaso de los preventivistas y los epidemiólogos, en España deberían estar pidiendo perdón de rodillas. Otra condición es que se tiene que renovar el Consejo Científico, si no todo, al menos buena parte. Necesitamos asesores potentes, protección masiva y test bien diseñados. Sé que es difícil. Pero en los países que lo han hecho bien —Corea del Sur, Singapur, etc.— la vida sigue. Mientras, aquí estamos recluidos hasta que todo sea chino menos el virus.

P. ¿No hay ningún mensaje de esperanza?

R. Por supuesto. Pero vendrá de la Ciencia, de todas las personas que están pensando para diagnosticar, para prevenir y para tratar mejor. De ahí vendrá la solución. Dicen que no es la hora de los reproches, dicen. ¿Qué quieren? ¿Que olvidemos ya? Esto no se puede olvidar. El gobierno es culpable.

“¿Cuántos diagnósticos de cáncer se habrán retrasado? Esto no lo veremos ahora. Lo veremos después. Serán víctimas colaterales, sin duda”

P. Hoy el coronavirus lo es todo. Ha obligado a reorganizar la asistencia que se presta en los centros sanitarios, reduciendo a “lo imprescindible” el abordaje de otras patologías. ¿Qué impacto cree que cabe esperar de cara a estas otras enfermedades, que hoy están quedando relegadas a un, digamos, segundo plano?

R. El otro día, una compañera de hospital me decía que a un paciente de otro hospital que tenía un linfoma en remisión completa le habían negado la UCI. Un paciente con mieloma múltiple en un hospital de Castilla-La Mancha en remisión completa le tenían con un reservorio porque no tenían camas de UCI. Estas situaciones se están dando. ¿Cuántos enfermos estarán con clínica y están aguantando en sus casas por miedo? Hablo de infartos, de anginas de pecho, de cardiopatías… ¿Cuántos diagnósticos de cáncer se habrán retrasado? Esto no lo veremos ahora. Lo veremos después. Serán víctimas colaterales, sin duda.

P. Seguimos con los impactos de futuro del coronavirus. Durante su primera comparecencia en el Congreso, Salvador Illa expuso una amplísima agenda, que incluía grandes planes, acuerdos y proyectos legislativos. ¿Cómo quedará, en su opinión, una vez que se pueda volver a la normalidad? 

R. La única normalidad que podemos esperar es que el Gobierno ya no esté ahí. Eso será la garantía de la normalidad. Todos estos planes, todo ese mundo lleno de unicornios y el mundo de Frozen que nos contó en esa primera comparecencia se ha ido como el viento, con el humo de los tanatorios. Este Gobierno no tiene futuro. Porque si el Gobierno tiene futuro, España no lo tiene.

“Hay que aumentar el presupuesto en sanidad pero también hay que gastar bien. Esta crisis ha demostrado que éste es un sistema de guerrillas”

Juan Luis Steegmann

P. A la luz de los acontecimientos, ¿es suficiente el 7 por ciento sobre PIB previsto por el Gobierno?

R. Hay que aumentar el presupuesto en sanidad pero también hay que gastar bien. Esta crisis ha demostrado que éste es un sistema de guerrillas. El gobierno ha tenido la mayor parte de responsabilidad, porque de él depende la salud pública y las epidemias. Pero no cabe duda de que la falta de acuerdo y la falta de coordinación entre las comunidades autónomas puede haber tenido algo que ver. Tendremos que reflexionar. Nosotros creemos que la Sanidad tiene que ser unificada. Este ha sido el mejor ejemplo. Ahora se dice que las autonomías compensan el gobierno central. Es que no compensan el gobierno central; sino el desgobierno central. Compensan una anomalía histórica en Europa, que es la presencia de un partido bolivariano en el gobierno. Este ha sido el gran problema. El problema no es la centralización, sino el Gobierno. Si hubiésemos tenido un Ministerio de Sanidad bien preparado, potente, y una Sanidad unificada no tendríamos estos problemas. El otro día la señora Díaz Ayuso dijo que las CC.AA. competían entre ellas para conseguir mascarillas. Nosotros pensamos que la unión nos hace más fuertes y efectivamente cuando vas al mercado y vas como una nación de 47 millones de compradores, tu fuerza es distinta que cuando vas como una región.

Lo primero que VOX pondría en un Plan de Cáncer es establecer un sistema parecido al sueco en cuanto a notificación de casos y seguimiento de su evolución “

P. Sin embargo, las propias comunidades han criticado la efectividad de este mando único en lo relativo a las compras de material…

R. Pero no por el mando único, sino por la incompetencia del mando único.

P. El Ministerio anunció que estaba trabajando en un Plan del Cáncer. Se pusieron los cimientos con la ponencia de Genómica en el Senado. ¿Tienen pensado apoyarlo y con qué medidas debería contar este plan?

R. No vamos a apoyar ningún plan de este gobierno; lo consideramos acabado. Pero pongámonos en que hay otro gobierno en el que estamos nosotros. Lo primero que VOX pondría en un Plan de Cáncer es establecer un sistema parecido al sueco en cuanto a notificación de casos y seguimiento de su evolución. Eso sería posible, incluso en las condiciones actuales, pero solamente le podríamos sacar el máximo rendimiento aplicando tecnologías de grandes números: el Big Data y la Inteligencia Artificial. Para eso, España necesita una historia unificada, un conjunto mínimo de datos esenciales, una unificación de las historias en los parámetros diagnósticos y de codificación… La unificación de información es el cimiento sobre el que se debe construir cualquier plan: cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares… En este momento tenemos tanta información no compartida porque los sistemas no se hablan entre sí, que estamos perdiendo toda nuestra potencialidad. No creemos que un país como el nuestro, con 47 millones de habitantes, se pueda permitir el lujo de tener 17 sistemas sanitarios. Yo creo que la crisis nos ha dado la razón.

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