Sanidad ha presentado la Estrategia de Vacunación COVID-19 en España, “un plan que fija una estrategia común para todo nuestro país en el marco europeo”. Así lo ha apuntado Salvador Illa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Tal y como ha apuntado el responsable de la cartera del Ejecutivo, los cálculos indican que, según los contratos que se han ido firmando, España recibirá unas 140.000 millones de dosis para inmunizar a 80 millones de ciudadanos. Una adquisición notablemente superior a la población española, pues se hará un esfuerzo de solidaridad para que otros países fuera de UE puedan disponer de la vacuna, tal y como ya preveía el acuerdo europeo.

El objetivo a cumplir por esta estrategia es doble: por un lado, contribuir a controlar la morbilidad y la mortalidad, reduciendo al máximo los ingresos y fallecimientos. Por otro, se marca una finalidad operativa para “estar listos para vacunar desde el momento en que empecemos a recibir dosis de vacunas aprobadas que hayan garantizado su seguridad y eficacia”.

Este plan estatal se cimenta en el acuerdo adoptado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) del pasado 9 de septiembre, mediante el cual se creó un grupo de trabajo específico. Así, en su elaboración han participado ocho CC.AA. Estas son Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Murcia y País Vasco).

De la misma forma, han tomado parte asociaciones profesionales y sociedades científicas, portavoces del Comité de Bioética de España, sociólogos, matemáticos y expertos del Ministerio de Sanidad. Entre ellos, Illa ha señalado el trabajo de la Aemps, el CCAES, la Dirección General de Salud Pública y ISCIII. “Este documento se va a ir enriqueciendo con más aportaciones y está abierto a los avances que vayamos obteniendo en materia de vacunación”, ha destacado.

España recibirá unas 140.000 millones de dosis para inmunizar a 80 millones de ciudadanos

El titular de la cartera de Sanidad ha subrayado que las vacunas dispondrán de los mismos niveles de seguridad que cualquiera de las que ya se empleen habitualmente en España. Por ello, se incorporará dentro del calendario de vacunación del SNS y de administrará, en consecuencia, de forma gratuita.

Priorización de grupos: estos son sus criterios

Establecer o fijar un orden de prioridad de grupos de población a vacunar ha sido una de las tareas que tenía subrayadas en rojo este plan. Para ello, se ha tomado como base criterios científicos, éticos, legales y económicos, según el ministro. De esta manera, ha reflejado que para su constitución han prevalecido los principios —en orden— de igualdad y dignidad de los derechos de las personas, necesidad, equidad, protección a la discapacidad y al menor, beneficio social, reciprocidad y solidaridad.

“El marco ético, en base a estos principios, preside la priorización de grupos que van a recibir estas dosis”, ha enfatizado Illa. De igual manera, se han delimitado tres etapas de priorización, en función de la disponibilidad de las dosis en cada momento:

  • Primera etapa: Suministro inicial muy limitado. El ministro ha señalado que previsiblemente este período se corresponderá con los meses de enero, febrero y marzo.
  • Segunda etapa: Habrá un incremento progresivo del número de vacunas que permitirá ir aumentando el número de personas a vacunar.
  • Tercera etapa: Con un aumento de vacunas y número de dosis disponibles para cubrir ya a todos los grupos prioritarios. Para fase, Illa ha marcado un lapso de tiempo que comprende marzo a junio.

El primero de estos ciclos, en palabras de Illa, apunta a un grupo diana de unas 2 millones de personas. “Los residentes y el personal sanitario y sociosanitario en residencias de personas mayores y con discapacidad serán los primeros grupos que se vacunarán. Le seguirá el resto de personal sanitario, y grandes dependientes no institucionalizados“, ha señalado.

Para establecer esta priorización, se ha realizado una evaluación de 18 grupos poblacionales, en función de cuatro criterios de riesgo (morbilidad grave y mortalidad, exposición a la enfermedad, impacto socioeconómico del grupo en cuestión y transmisión). En base a ellos, se han priorizado estos grupos.

Logística, seguimiento y evaluación

Salvador Illa comparece tras la reunión del Consejo de Ministros.

La estrategia también se marca entre sus ‘debes’ la preparación de los aspectos fundamentales relacionados con la logística, distribución y administración de vacunas. Tal y como ha recordado el ministro, el porfolio de vacunación europeo cuenta con siete acuerdos de vacunas. De ellas, tres están ya en proceso de revisión por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA): Oxford-Astrazeneca; Biontech-Pfizer; y Moderna.

Para el desempeño de esta tarea, España cuenta con una “tradición de vacunación con un sistema robusto”, un aspecto que ha destacado Illa al mencionar la cobertura de gripe lograda en ochos semanas mediante 13.000 puntos de vacunación. “El sistema está preparado para ir administrando las dosis en estas zonas”, ha aseverado.

“Algunas de estas vacunas tienen unos requerimiento especiales, en cuanto a conservación. Pero insisto, la logística habitual de distribución de productos farmacéuticos y el trabajo con las propias compañías suministradoras, hacen que podamos garantizar que esto está resuelto o en vías de resolución”, ha asegurado.

Igual de importante será garantizar el adecuado seguimiento y evaluación de las personas vacunadas. Para ello, se va a poner en marcha un plan especial de farmacovigilancia, que también contempla el control de las segundas dosis que se tiene que administrar. Además, España participará también en un estudio europeo con otros 7 países de monitorización de la efectividad y eficacia de la vacuna.

Comunicación: énfasis en el personal sanitario

En última instancia, Illa ha resaltado que la estrategia estatal de vacunación “nace con la firme convicción de que se pueden lograr mejores resultados de aceptabilidad si la vacuna es voluntaria”. No obstante, el Ministerio ha previsto también como parte de la misma y entre sus aspectos claves el desarrollo de una estrategia de comunicación. Esta quedará bifurcada, pues estará dirigida a personal sanitario, por un lado, y por otro a la población general.


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