La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha reclamado al Ministerio de a Sanidad criterios comunes de actuación para toda España frente a la COVID-19. La titular, que ha participado esta mañana en un encuentro virtual organizado por Executive Forum, confía en que pueda adelantarse algo al respecto en la reunión del Consejo Interterritorial de mañana. “No se trata de muchos criterios, pero sí de que sean representativos y sirvan como guía de actuación a las comunidades autónomas”, ha reclamado.

A 30 de septiembre, y desde el inicio de la pandemia, la portavoz de Sanidad de Castilla y León ha detallado que se ha producido un aumento del gasto en la región en más de 253,76 millones de euros, de los que 81,6 han ido a parar a gasto de personal y 97,2 a productos sanitarios y EPIS.

Asimismo, ha recordado que este momento hay una docena de municipios con restricciones en Castilla y León y ha admitido las dificultades para buscar el equilibrio entre la protección de la salud y el impacto que pueden tener las medidas que se adoptan.

“Es una realidad difícil y compleja, con víctimas directas e indirectas. El gran reto es conseguir un equilibrio entre el entorno COVID-19 y no COVID”, subraya.

Pronóstico y evolución

En esta línea, Casado ha remarcado que es necesario conocer el pronóstico y la evolución de la pandemia. “El primero es que habrá muchos casos y fallecidos; lo segundo, que puede que la situación se alargue y nos lleve hasta la próxima primavera”, augura la también médico de familia.

Ante esta situación, subraya que “tenemos que intentar que no se llegue a esto con medidas sanitarias, como la adaptación del sistema, y otras no sanitarias, que tienen que ver con las restricciones”.

En su fotografía de la situación en la región, la titular de Sanidad ha recordado que en Castilla y León en mes y medio se ha duplicado la incidencia acumulada a 7 y 14 días, declarando más del doble de casos a la semana.

“En este momento las plantas de hospitales están igual que el 23 de abril y las UCIS como el 3 de mayo. Es una situación bastante compleja”, insiste. “Vemos que sigue subiendo pero no sabemos ni hasta cuándo ni cuánto”, lamenta.

Olas diferentes

En cualquier caso, Casado remarca que hay diferencias claras entre la primera y la segunda oleada de COVID-19. “No solo los afectados son diferentes, sino también los objetivos del sistema. En la primera etapa, el objetivo principal era taponar la situación”, subraya.

Mientras, en esta segunda ola  ya se cuenta con materiales para hacer PCRs, respiradores y EPIS, y se trata de reducir la prevalencia pero también el impacto sobre otras enfermedades.

“El objetivo ahora es distinto. Es disminuir la incidencia en relación a los casos nuevos, también la prevalencia, la letalidad y la mortalidad, no solo por COVID sino también por otras enfermedades”, destaca.

Test en las farmacias

La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha mostrado sus dudas sobre la posibilidad de que las farmacias puedan realizar test de detección de COVID-19. Casado ha participado esta mañana en un desayuno virtual organizado por Executive Forum en el que ha remarcado que hacer un test rápido debe implicar también un buen rastreo, aislamiento y seguimiento de aquellas personas que den positivo.

La consejera contemplaría esta posibilidad si, llegado el caso, apareciese algún método diagnóstico “de verdad”, en alusión al PCR o antígenos de segunda generación, que pueda hacerse con muestras que no sean orofaríngeas, ya que entiende que la toma de éstas entraña una mayor dificultad.

En ese caso, matiza, sería una opción, siempre que se pueda hacer en red con el sistema sanitario y se garantice el seguimiento ante un positivo, dentro de una coordinación perfecta.

Impacto en atención primaria

De igual modo, Casado insiste en que en la primera ola el impacto se vio de forma clara en UCIS y hospitales, mientras que en esta segunda fase ha tenido una gran repercusión en atención primaria, que recuerda que es “el eje del sistema sanitario”.

Aunque asegura que su comunidad es la que cuenta con más médicos de familia de toda España, admite que es necesario “blindarla más y hacerlo en calidad”. Para ello, insiste en que han de apoyarse en el trabajo de los administrativos, reforzar el papel de enfermería y dar más capacidad de resolución a los médicos.

“Hemos aprendido que hay que reflexionar sobre el sistema sanitario que queremos y, a partir de ahí, valorar cómo se va a financiar”, sentencia.

La población de esta comunidad autónoma se caracteriza por ser dispersa y más envejecida. También sucede así entre los médicos, remarca. En este sentido, ha recordado que en los próximos años hay un número importante de facultativos que dejarán de trabajar. Para evitar estos vacíos, Casado asegura que ha pedido al Ministerio de Sanidad un MIR extraordinario que pueda permitir que los profesionales que tendrán que ocupar esas plazas empiecen a formarse ya.

Política y ciencia van de la mano

De igual modo, la consejera de Sanidad ha insistido en que esta comunidad autónoma trata de que política y ciencia vayan de la mano. Para ello, y en relación a la lucha contra la COVID-19, se apoyan en campañas de comunicación, han reforzado la coordinación intersectorial, con un papel fundamental de los alcaldes, y potencian el rastreo, la cuarentena y el aislamiento de los positivos.

Un punto importante que ha destacado Casado es el papel que juegan los coordinadores clínicos. “Es fundamental que nos dejemos aconsejar, tenemos que escuchar a los que están viviendo la situación en primera persona”, insiste.

La estrategia del Sacyl

La consejera ha explicado que la estrategia del servicio regional de salud se sustenta en cuatro puntos:

  1. Reequilibrar el sistema sanitario, con la puesta en marcha de iniciativas como Línea 900 y COVID AP para dirigir al paciente al punto asistencial más indicado en cada situación. En este punto también se potencian iniciativas como arcas de Noé, residencias medicalizadas, hospitalización a domicilio, etc. También se lleva a cabo el control de las aguas fecales especialmente en zonas próximas a residencias de mayores.
  2. Reordenar el sistema en el marco no COVID, para seguir avanzando en patologías en la que aplazar provoca daños y tiene una repercusión importante.
  3. Tener un sistema efectivo de seguridad y asistencia. Promover la salud laboral, la actualización científica. La información tiene que fluir y es preciso diseñar planes de contingencia para apoyar la comunicación y la teleasistencia.
  4. Mantener la atención ordinaria con circuitos COVID y no COVID.

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