J.V. Madrid | viernes, 09 de septiembre de 2016 h |

El dolor de espalda es una patología que aumenta su prevalencia a lo largo de la adolescencia. Entre los 13 y los 15 años, cinco de cada diez niños y siete de cada diez niñas han tenido o tienen dolor de espalda.

A los nueve años —edad en la que es recomendable empezar a intervenir sobre este problema porque la prevalencia del dolor es baja y los niños ya tienen un buen grado de conocimiento de su esquema corporal— tanto el porcentaje de niños que ya han tenido algún episodio de dolor (55 por ciento) como el porcentaje de ellos que tenían dolor el primer día del estudio es alta. “Hemos calculado una prevalencia del dolor de espalda del 54,4 por ciento, cifra que consideramos significativa”, afirmó Ligeia Balcells, investigadora principal de un estudio del Idiap Jordi Gol que está evaluando la efectividad de un programa de educación sanitaria en el ámbito escolar en la prevención del dolor de espalda.

El programa consiste en cinco sesiones grupales de 50 minutos impartidas por fisioterapeutas de atención primaria dentro del horario escolar (en la asignatura de conocimiento del medio) con una periodicidad mensual.

Los datos preliminares recogidos a lo largo del estudio muestran que la prevalencia del dolor de espalda se ha reducido en el grupo intervención un 41,1 por ciento, un diez más que en el grupo control (31,1). Igualmente, se observa una mejora respecto al grupo control en el grado de intensidad de dolor que experimentan los niños.

Por otro lado, la Organización Médica Colegial y la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda alertan del incremento de los hábitos sedentarios entre los escolares españoles e inciden en la importancia de la práctica continuada de la actividad física para prevenir futuras dolencias de espalda. Con el lema ‘Muévete para que no te duela’, ambas instituciones han puesto en marcha una nueva edición de la Campaña de Prevención del Dolor de Espalda entre los Escolares Españoles.

Estudios científicos demuestran que la actividad física en la infancia es necesaria incluso para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva. Además, realizar ejercicio físico de forma habitual reduce el riesgo de padecer dolencias de espalda y aumenta la probabilidad de que, si aparece dolor, sea más breve e interfiera menos en las actividades cotidianas.

Sin embargo, el informe anual del Sistema Nacional de Salud en 2015 refleja que el 12,1 por ciento de los niños de menos de 14 años es sedentario y no realiza ninguna actividad física en su tiempo de ocio. De hecho, la incidencia de las dolencias de la espalda aumenta a partir de los diez años.