Empleados de Roche de todo el mundo, incluyendo España, se unen a la última iniciativa en materia de sostenibilidad de la compañía: la campaña EverGreener. Esta iniciativa pretende fomentar la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente entre su plantilla.

Desde la compañía, aseguran que la protección medioambiental “ha estado siempre presente desde los inicios de la compañía”. Por este motivo, las medidas y proyectos concretos impulsados en este sentido en los últimos años han hecho posible algunos logros.

La reducción de energía desde 2004 en un 48 por ciento por empleado es un ejemplo. En esta línea también destaca que el nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2) haya experimentado un descenso del 67 por ciento por empleado en el mismo periodo, propiciado por la reducción del consumo de energía y del uso de combustibles fósiles.

Desde comienzos de la década de 2000, Roche ha medido su impacto ambiental a través de variables como el consumo de energía y recursos o la emisión de subproductos y residuos. De la misma forma, ha fijado objetivos ambientales para el futuro como reducir las emisiones a cero para 2050.

Según la compañía, “los empleados constituyen la fuerza motriz que impulsa este proceso”. Para ello, contribuyen de forma activa mediante iniciativas básicas para la reducción de las emisiones de CO2 en los vuelos de trabajo, los residuos de los envases o la gestión de materiales de reciclaje.

Asimismo, aseguran que están preocupados por la biodiversidad y hacen posible que los centros de la compañía sean más ecológicos, haciendo también lo posible para que los acuerdos con los socios locales permitan el desarrollo de comunidades sean más sostenibles.

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La urgencia de atajar el cambio climático

Para Roche, el cambio climático constituye uno de los mayores riesgos globales que debe ser afrontado urgencia. En este sentido, Roche es consciente de la necesidad de asumir su responsabilidad a la hora de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y reducir su impacto sobre el planeta.

Por este motivo, la compañía pretende “no compensar las emisiones de CO2, sino reducir activamente estas emisiones”. Partiendo del apoyo activo a acuerdos internacionales como el Acuerdo de París, o las legislaciones nacionales, Roche ha estado trabajando con la vista puesta en un futuro con bajas emisiones de carbono.

Para alcanzar estos objetivos, la compañía ha establecido una hoja de ruta basada en mejorar las operaciones y el uso de energía por empleado mientras que, en un segundo paso, se sustituye la energía restante con energía generada a partir de fuentes sostenibles.

Gracias a este enfoque la empresa está muy por delante de los escenarios definidos por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), publicados en 2018.

Roche trabaja para reducir las emisiones de GEI, partiendo de la base de que los combustibles fósiles, principales responsables del calentaiento global, deben quedar atrás

Comunicado de Roche

Como la mayoría de las emisiones de GEI en Roche se originan debido a la transformación y el uso de energía, las acciones emprendidas para reducir la emisión de estos gases se centran en todas aquellas cuestiones relacionadas con el uso de la energía (como reducir el consumo de energía y mejorar la intensidad energética).

Roche, además, está eliminando los hidrocarburos halogenados, que son gases de efecto invernadero muy potentes (que se usan sobre todo en refrigeración y extinción de incendios) y que dañan significativamente la capa de ozono.

El ejemplo de Roche en España

En el marco de esta política global Roche España mantiene un firme compromiso con la protección del medio ambiente. Recientemente la compañía ha obtenido la renovación del certificado ISO 14001:2015 en todos los centros de la Comunidad de Madrid.

Esta norma, emitida por la Organización Internacional de Normalización (ISO), garantiza la calidad del sistema de gestión ambiental de la compañía, para la que el respeto al medio ambiente constituye uno de los pilares básicos de su sostenibilidad.

Las instalaciones cuya política ambiental se ha visto reconocida por esta certificación, en el pasado mes de julio, son las oficinas centrales de Roche Farma, situadas en la calle Ribera del Loira 50, el Centro de Logística y Distribución de Getafe y la sede del Centro Global de Infraestructuras y Soluciones (GIS), ubicado en la calle Osiris.

Para poder obtener la certificación, Roche ha llevado a cabo el cumplimiento de la normativa ambiental, la prevención de la contaminación y la mejora de la actividad en vías de la sostenibilidad.

Desde la irrupción de la pandemia de COVID-19 la inmensa mayoría de los empleados de Roche Farma España teletrabajan, pero en la sede de Ribera del Loira, en Madrid, la climatización usa solamente gases naturales respetuosos para la atmósfera y hay instalados 17 paneles solares que cubren la demanda del 60 por ciento de agua caliente.

Toda la iluminación es LED, con lo que se reduce el consumo y se prolonga la vida útil de los consumibles, mientras que el 100 por ciento de la electricidad contratada procede de energías renovables. Además, se han eliminado los plásticos de un solo uso dentro del edificio y se utilizan de productos de limpieza y jardinería respetuosos con el medio ambiente. Todo ello hizo posible que esta instalación se haya convertido en uno de los escasos edificios en Madrid con certificación LEED Platino.


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