Cristina Henríquez de Luna
Cristina Henríquez de Luna, presidenta de GSK en España.

No es necesario recordar el alto impacto que ha tenido, tiene y —desafortunadamente— seguirá teniendo la pandemia de la COVID-19 en todo el mundo. Sin excepción. Y es que ningún continente, país o región para a salvo de su presencia, y daños. Sin embargo, si se echa la vista atrás apenas unos meses, y antes de su expansión, no hace mucho que se creía que podría tratarse de una enfermedad ‘acotada’ a su lugar de irrupción (China) y que, por tanto, ‘pillaba’ lejana. El resto de la historia (evolución) ya la saben.

Probablemente, si se llegan a cumplir esas predicciones y se hubiera limitado su presencia/existencia a China, quien sabe si con el paso de los años se habría sumado al grupo de patologías que, por lejanía o por su circunscripción a zonas concretas del mundo o, simple desconocimiento, parecen ‘olvidadas’. Pero que no solo existen sino que siguen causando mucho daño. En concreto, miles de muertes cada año. Son los casos de la malaria, tuberculosis, leishmaniasis, chagas, enfermedad del sueño…

Por fortuna, la industria farmacéutica no solo no se ha ‘olvidado’ de ellas sino que sigue trabajando en combatirlas a través de la investigación y la innovación. Es el caso de la compañía GSK con su Centro de Investigación de Enfermedades en Países en Desarrollo (Diseases of the Developing World, por sus siglas en inglés; DWW) ubicado en Tres Cantos (Madrid). Un centro que, por su singularidad —y, sobre todo, importancia y resultados— fue merecedor del Premio Fundamed & Wecare-u en la categoría ‘I+D+i’ de su 19ª edición.

“Existen enfermedades en países en desarrollo que precisan de nuestra atención pero cuentan con poca repercusión mediática”

“En unos momentos como los actuales en el que la lucha contra la COVID-19 copan todos los esfuerzos y titulares, es complicado recordar que existen enfermedades en países en desarrollo que precisan de nuestra atención pero cuentan con poca repercusión mediática. En GSK hace muchos años que luchamos contra ellas y estimula poder hacerlo desde ‘casa’, en España”, expuso Cristina Henríquez de Luna, presidenta de GSK en España. en su discurso (virtual) de agradecimiento en la gala.


En concreto, el Centro Diseases of the Developing World (DDW) es el primer centro español de investigación –y uno de los pocos del mundo- dedicado en exclusiva al descubrimiento de nuevos tratamientos para la malaria y la tuberculosis, dos enfermedades infecciosas que asolan a los países en vías de desarrollo y que cada año causan millones de muertes.

El DDW lleva más de 25 años en activo y cuenta con más de 140 investigadores, de las cuales el 64 por ciento son mujeres. Además, este centro también investiga el tratamiento de enfermedades causadas por kinetoplástidos (Leishmaniasis, Chagas y la enfermedad del sueño). “En GSK queremos mejorar el mundo a través de la Ciencia y trabajar con la innovación responsable como norte. Y, sobre todo, que las personas, allá donde se encuentren, puedan vivir más y mejor”, refrendó Henríquez de Luna.

Innovación abierta


En el DDW se ha puesto en marcha otra forma de trabajar en investigación, que está dando frutos y se espera que genere importantes avances en los próximos años.


“Somos conscientes que esta investigación no podemos hacerlo solos y trabajamos en colaboración con más de 1.500 organizaciones, empresas e instituciones académicas de todo el mundo. Juntos somos más fuertes”

Se trata del Open Lab, uno de los pilares del modelo de innovación abierta de este centro. “Somos conscientes que esta investigación no podemos hacerlo solos y trabajamos en colaboración con más de 1.500 organizaciones, empresas e instituciones académicas de todo el mundo. Juntos somos más fuertes”, detalló su presidenta en España.

En este sentido, el trabajo da frutos. Este centro ya está desarrollando el primer tratamiento para la malaria recurrente en 60 años. También cabe destacar la contribución del DDW para acelerar el desarrollo de antibióticos para toda forma de tuberculosis.

“Un país sin inversión es un país sin desarrollo”

Henríquez de Luna quiso rescatar una cita del ilustre Severo Ochoa: “un país sin inversión es un país sin desarrollo”. También otro personaje célebre —en un campo distinto como es las artes gráficas— como es Forges solía dedicar un hueco en sus viñetas a recordarnos “no olvidarnos de Haiti”. Por suerte, GSK no se ha olvidado y también reserva un hueco en su razón de ser a luchar contra enfermedades que aún asolan a países como Haití.