La epidemia de coronavirus ha retrasado la presentación de los últimos datos sobre agresiones a médicos, que la Organización Médica Colegial suele hacer públicos en el contexto del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y otros Profesionales Sanitarios, que se celebra el 12 de marzo.

A falta de conocer la evolución de las cifras, la OMC ha hecho público un manifiesto en el que reclama que se refuercen las medidas preventivas y se continúe con las campañas de concienciación a la sociedad sobre las agresiones a los sanitarios y sus consecuencias.

La entidad también subraya la importancia de desarrollar programas formativos para afrontar estas situaciones, así como de promover campañas sanitarias de respeto a los profesionales y cuidado y utilización responsable de los servicios sanitarios por parte de las administraciones.

En la misma línea, piden que se incrementen las medidas de seguridad en los centros públicos y privados. De igual modo, aspiran a conseguir la misma consideración jurídica para el delito de las agresiones tanto en el ámbito público como concertado y privado.

Unificar criterios en las sentencias

Por otra parte, la OMC señala que es preciso lograr la unificación de los criterios empleados en las sentencias judiciales y que los procedimientos judiciales sean rápidos, expeditivos y ejemplarizantes.

Otro punto pasa por potenciar los acuerdos y la comunicación con las administraciones sanitarias, las fiscalías y cuerpos y fuerzas de seguridad del estado para el abordaje integral de las agresiones.

Para finalizar, la organización insiste un año más en la creación de un Plan Nacional contra las Agresiones a Sanitarios. En esta iniciativa se ha de incorporar a todos los implicados. Tanto los Ministerios de Sanidad, Interior y Justicia, como la Fiscalía General del Estado, los cuerpos de seguridad, las comunidades autónomas y, cómo no, consejos generales de profesiones sanitarias y organizaciones de pacientes.

Posicionamiento europeo

El manifiesto se suma a la declaración conjunta que han realizado las organizaciones médicas europeas (EMO, por sus siglas en inglés).

En su documento, recuerdan que la seguridad de los médicos en el trabajo es la base de una atención médica de calidad. Además, consideran urgente tomar medidas concretas para proteger a los profesionales de toda clase de violencia, ya sea física, verbal o psicológica. De hecho, subrayan que el desgaste profesional (burn out) es un tipo de violencia sociopsicológica a la que los médicos se enfrentan en su lugar de trabajo.

Protección de los médicos y de los centros sanitarios

Para poner freno a esta realidad, las organizaciones europeas hacen un llamamiento a los gobiernos para que demuestren su compromiso político con la causa. “Les pedimos que tomen las medidas necesarias para garantizar el acceso a una asistencia sanitaria de calidad de todos los pacientes protegiendo la libertad de los médicos y de los centros sanitarios”, remarcan.

Por último, se comprometen a cooperar estrechamente en el marco del Grupo de Trabajo Conjunto de las EMO sobre violencia contra médicos y otros profesionales de la salud bajo el liderazgo de la Conferencia Europea de Órdenes Médicas. De este modo, subrayan, la profesión médica actuará con una sola voz.


Noticias relacionadas