La necesidad de revistar el actual sistema de visados farmacéuticos vuelve a estar sobre la mesa. La celebración de un debate que abordaba los visados farmacéuticos en octubre durante el 42º Congreso Nacional de Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) impulsó a esta sociedad científica a lanzar ahora en enero su posicionamiento: El médico de familia ante el sistema de visado farmacéutico“.

El documento propone trabajar en el diseño de un nuevo sistema de control de la prescripción, sustentado con auditorías posteriores “en base a criterios explícitos y conocidos de seguridad del paciente y de coste-efectividad”. Así lo ha indicado el presidente de la Semergen, José Polo, durante la presentación del documento junto al presidente de la Organización Medica Colegial (OMC), Serafín Romero y el presidente de la Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios (FAISS), Gregorio Gómez.

Barreras a las que se enfrenta el médico de familia

En este contexto, los presidentes de los organismos resaltan la necesidad de “revisar el actual sistema de visados farmacéuticos sin trámites burocráticos y diferencias autonómicas”. Por este motivo, el documento presentado por Semergen apoya el uso racional del medicamento con libertad de prescripción. En este sentido, para poder definir un nuevo modelo con éxito, el presidente de Semergen considera que deberán trabajar todos los actores implicados. En este sentido pide aunar esfuerzos de médicos de familia, inspectores, gestores y pacientes, para poder “satisfacer a todas las partes”.

“El médico de familia es una barrera a la libre prescripción y apoyamos como sociedad el uso racional del medicamento, pero pensamos que la libertad de prescripción no puede ser coartada”

Presidente de la Semergen, José Polo

Asimismo, el sistema actual de prescripción del visado farmacéutico está basado en “una fiscalización previa que pone en tela de juicio la confianza del sistema en los médicos de familia”, indica el documento de Semergen. Esta situación convierte al médico de familia en “una barrera”, indica Polo.

Desde la OMC, coinciden con Polo en relación con la libertad de prescripción, pero además, Romero hace hincapié en “el compromiso con la buena praxis y la necesidad de responder ante los profesionales”. Según el presidente de la OMC, las decisiones referentes a las indicaciones están basadas en el el código deontológico y valora “la seguridad del paciente”.

“El compromiso con la eficiencia no debería verse lastrado por alguna de las circunstancia de un visado que ha quedado obsoleto en el tiempo”

Presidente de la Organización Medica Colegial (OMC), Serafín Romero

Presión asistencial

Por otro lado, la situación actual a la que se enfrentan los visados farmacéuticos puede suponer un “hándicap” en Atención Primaria, desde el punto de vista de Romero. Esto se debe a la inequidad existente entre comunidades autónomas, e incluso dentro de las mismas regiones. Romero ha indicado que cada comunidad autónoma “toma decisiones de cómo se visan y qué medicamentos”.

Este desajuste influye también en el impacto a nivel asistencial. Según el presidente de la OMC hay “un entorno de asistencia al público donde para un mismo medicamento se pide un visado y hay otro donde el mismo medicamento no lo necesita porque va unido a la financiación”.

La OMC también coincide con la Semergen en el hecho de incluir a todas las partes interesadas en el nuevo modelo de prescripción. Esto es “una petición crónica de la OMC“, indica Romero, que aborda la participación de los actores principales: los médicos.

Por su parte, el presidente de la FAISS, Gregorio Gómez, considera que el Sistema Nacional de Salud tiene “perfecto derecho” a regular el acceso a algunos medicamentos, así como a decidir qué financia y qué no. Sin embargo, Gómez precisa que “los procedimientos que hace 40 años eran racionales, probablemente, con la tecnología que tenemos ahora han dejado de serlo”.

En este sentido, Gómez apuesta por las prescripciones electrónicas y los beneficios de la digitalización. El presidente de la FAISS considera que “no hay que quitar el visado, sino revisarlo”, en consonancia con sus homólogos.

En esta línea, el documento presentado por Semergen sostiene que el modelo de visado farmacéutico “es un sistema diseñado antes de la existencia de los sistemas informáticos y que en la actualidad se reduciría la variabilidad entre los procedimientos seguidos en uno u otro territorio”.


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