#Transformación digital

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SANDRA PULIDO Madrid | viernes, 06 de julio de 2018 h |


“Qué, cuándo, quién y cómo, son preguntas que aún se hacen muchos profesionales y eso frena su aplicación”


La transformación digital de la Sanidad es una oportunidad para revisar toda la estructura del sistema. Jaume Raventós, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Salud Digital (ASD) y director general de ITA, especialistas en salud mental, explica a GM las barreras que nos quedan por superar.

Pregunta. ¿Vamos a la velocidad esperada en la evolución del big data en salud?

Respuesta. La velocidad esperada por los que consideramos que el aporte de las nuevas tecnologías puede ser un soporte para la transformación del sector de la salud, no es la esperada porque desearíamos que fuera de implantación mucho más rápida. Si nos atenemos al uso que se está haciendo de las TIC en otros países europeos por parte de sistema de salud estamos seguramente en situación de franca mejora. Me refiero a Alemania, Inglaterra, Suecia, Dinamarca, y por supuesto, Estonia que es un referente. En estos países hay una apuesta decidida del Gobierno por impulsar estas tecnologías, no ya en las fases de piloto sino en la escalibilidad en su uso. Así ya hay experiencias como el NHS que está empezando a formar a sus profesionales en el uso de big data y de la inteligencia artificial (IA), o en el uso de herramientas como el symptom checker, basado en algoritmos (Inteligencia artificial) para toda su población. Aquí hay experiencias en el uso de big data, por supuesto, pero en los ámbitos donde siempre ha habido un enfoque al uso de los datos, por ejemplo, en la genética y en la oncología, diría que en la Investigación en general. Existen también experiencias en ámbitos como el de tratamiento de imágenes, radiología, patología, dermatología, pero por desgracia, no están llegando a la escalabilidad deseada, es decir, volvemos una vez más a la velocidad.

P. ¿Qué barreras quedan por superar?

R. Queda trabajar con los profesionales en el conocimiento y en el uso y aplicabilidad de estas nuevas tecnologías. Para qué, cuándo, para quién, cómo, son preguntas que aún se hacen muchos profesionales y eso frena su aplicación. Otra barrera es la fragmentación de los datos que aún existe en nuestro sistema y que no permite tener toda la potencialidad que supondría una única base de datos de nuestros ciudadanos/pacientes. Evidentemente, sin el soporte y el impulso de los responsables del sistema de salud, políticos y directivos, va a ser muy complicado. Ya que desde el punto de vista de ellos, todavía existen factores de riesgo y de coste oportunidad que enlentecen la toma de decisiones. Y finalmente, el destinar recursos finalistas a fomentar el uso de las mismas.

P. ¿Cómo solucionamos el problema de la formación en big data?

R. Los programas de formación para los profesionales, independientemente de su especialidad, deberían ser atractivos para ellos. Es decir, seguramente hay tiempo para formarse en la gestión de la cronicidad pero no en el uso de big data porque al fin y al cabo es el profesional, la mayoría de veces, quien acaba escogiendo su recorrido en formación.

Quizá una opción estriba en empezar cambiando el nombre a la formación. Utilizar términos tecnológicos como big data no anima a los profesionales de la salud a priorizar esta formación delante de otra. Quizá priorizar los resultados esperables en la utilización de big data animaría más. En mi opinión, es importante recordar que la tecnología es un instrumento, no un fin, y por ello, lo importante, al final, son los resultados obtenidos en su correcta aplicación. Por ello, cómo mejorar las decisiones clínicas, cómo conocer mejor a tus pacientes, cómo conseguir un mayor engagement del paciente con su enfermedad, son conceptos que pueden orientar mejor, de entrada, al profesional sobre el big data.

P. ¿Cómo se perfila el futuro?

R. Hablar de futuro en tecnología, es un ejercicio muy complicado, de hecho, me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida, como dice Woody Allen, pero más allá de identificar tendencias, lo demás es un ejercicio de videncia. Si hablamos de tendencias sí que podemos identificar que gracias a tener cada vez más datos, porque estamos cada vez más conectados a todo y en todo momento, podremos tener un mejor big data, y gracias a ello, y al uso de la IA, tendremos información más valiosa sobre nuestro estado de salud, y me atrevería a decir, sobre nuestra vida.